«Agilis -ligero, ágil, activo, pronto en el actuar- viene a significar, refiriéndose a un ser vivo, que se mueve con soltura y rapidez y en relación con un movimiento, hábil y rápido.»
«Agilis -ligero, ágil, activo, pronto en el actuar- viene a significar, refiriéndose a un ser vivo, que se mueve con soltura y rapidez y en relación con un movimiento, hábil y rápido.»
Para entender qué puede encontrarse uno al empezar a practicar Agilis y qué podemos esperar alcanzar con la práctica es necesario partir del entendimiento de lo que es la agilidad y que no es otra cosa que la capacidad de llevar a cabo movimientos y cambios de postura del cuerpo con velocidad, precisión y eficacia y -esto lo añadimos nosotros, mejor si es con gracia y arte-. La agilidad es el resultado del desarrollo de diferentes atributos físicos como la fuerza, la precisión, el equilibrio, la coordinación, la velocidad o la resistencia sumados a una buena capacidad de planificación y y/o de inmediatez en la respuesta (agilidad mental). Por ello mismo, nuestras capacidades innatas se pueden desarrollar y perfeccionar y de la misma manera, se tiende a perder con la ausencia de práctica.
Si bien el aspecto contrario a la agilidad se suele asociar con la torpeza, lentitud o pesadez, en Agilis encontramos que no son más que el anverso y reverso de una misma moneda y, a modo de ejemplo, usualmente una práctica de velocidad se sustenta sobre una base de práctica lenta y controlada.
Agilis surge como una necesidad de encontrar una práctica basada en las artes marciales, con todos los aspectos positivos que conllevan, pero desprovista de lo que no consideramos esencial para nuestros objetivos.
Como objetivo principal tenemos:
El desarrollo de la Agilidad física y mental a través de una actividad orientada en esencia hacia la marcialidad, pero también de otras fuentes no marciales.
Y aunque la práctica individual tiene un lugar propio en la enseñanza -esencial para conocer los límites propios, aptitudes y carencias- es mediante la práctica con los compañeros que podremos desarrollar todo lo que no podemos de ninguna manera experimentar en solitario -camaradería, respeto, confianza, honestidad, comprensión, paciencia, etc.- todas ellas necesarias para el desarrollo emocional y físico.
Lo que dejamos a un lado en esta práctica:
El contacto físico de las artes marciales enfocadas en la defensa personal o competición de contacto, ya que nuestro objetivo principal -per se- NO es aprender a defendernos. Entendido ese contacto como excesivo y duro y carente de sentido -cuando en muchos casos ni siquiera llevamos a nuestras espaldas la relativa confianza que puede proporcionar los años de práctica-.
Agilis surge como una necesidad de encontrar una práctica basada en las artes marciales, con todos los aspectos positivos que conllevan, pero desprovista de lo que no consideramos esencial para nuestros objetivos.
Como objetivo principal tenemos:
El desarrollo de la Agilidad física y mental a través de una actividad orientada en esencia hacia la marcialidad, pero también de otras fuentes no marciales.
Y aunque la práctica individual tiene un lugar propio en la enseñanza -esencial para conocer los límites propios, aptitudes y carencias- es mediante la práctica con los compañeros que podremos desarrollar todo lo que no podemos de ninguna manera experimentar en solitario -camaradería, respeto, confianza, honestidad, comprensión, paciencia, etc.- todas ellas necesarias para el desarrollo emocional y físico.
Lo que dejamos a un lado en esta práctica:
El contacto físico de las artes marciales enfocadas en la defensa personal o competición de contacto, ya que nuestro objetivo principal -per se- NO es aprender a defendernos. Entendido ese contacto como excesivo y duro y carente de sentido -cuando en muchos casos ni siquiera llevamos a nuestras espaldas la relativa confianza que puede proporcionar los años de práctica-.